El Padre Isidro Rubiales celebra su medio siglo de su ordenación sacerdotal. Fue en 1946 cuando Rubiales entró en el Seminario a la edad de 12 años. Allí estuvo cinco años aprendiendo Humanidades, tres años para Filosofía y cuatro para Teología. El obispo Ángel Herrera Oria le ordenó sacerdote un 20 de diciembre de 1958. Tres días más tarde, el 23 de diciembre, cantó su primera misa en Cortés de la Frontera. Para él fue un auténtico placer ya que su familia era de este pueblo. El 8 de febrero de 1959 dio su primera misa en Santa Rosa de Lima.
Rubiales comenzó como párroco en varios pueblos de la Serranía de Ronda: Benadalid, Benaluría y Atajate. Estuvo siete años dando misas en estas localidades. Hasta que, siendo obispo de Málaga Benavent fue trasladado a Sierra de Yeguas donde estuvo otros siete años. “Gracias a Dios lo he pasado bien donde he estado”, declaró.
Ya en el mandato de Ángel Suquía como Obispo de la Diócesis, fue el párroco de la iglesia de San Felipe Neri en la capital durante 17 años. Ramón Buxarrais lo nombró vicario de la comarca del Guadalhorce, desde Álora a Coín. Fernando Sebastián le otorgó el nombramiento de vicario de Antequera y ya con Antonio Dorado Soto es el actual párroco de la parroquia de San Juan, desde 2001, y canónico de la Catedral.
David Azuaga ( el Cabildo)
Una representación de la Hermandad hizo entrega de un copón a juego con el cáliz que ya se le había obsequiado años atrás.
