Novedoso pregón de Leopoldo García Sánchez, acompañado por música a piano y estudiada iluminación
Alejandro Cerezo. El Cabildo
05/11/2010 - noticias@elcabildo.org
El Señor a oscuras, al comienzo del pregón.
Cuando a la hora de buscar orador para hablar de la Hermandad se hurga en casa, el éxito está garantizado. Anoche tuvo lugar el pregón conmemorativo del 75º aniversario de la primera salida procesional del Cristo de Ánimas de Ciegos, venerada talla de Jesús Crucificado que mañana saldrá en procesión extraordinaria a partir de las siete de la tarde.
Iluminación
El acto comenzó al término del tercer día del quinario extraordinario que las Cofradías Fusionadas están celebrando en honor de la talla manierista, que está presidiendo en estos días el altar mayor de la iglesia de San Juan. Hacia las ocho y veinte de la tarde, el conocido cofrade Eduardo Nieto presentaba al disertador, Leopoldo García Sánchez. En compañía del ex hermano mayor de Fusionadas y pregonero de la Semana Santa de 1994, aparecía la joven música Pilar Cuenca Antón, que tomó su asiento junto a un piano situado en el lado de la Epístola del presbiterio. Al punto se oscurecieron las luces y emergieron del piano las notas de la marcha "Ánimas de Ciegos", de Perfecto Artola. Y la cera burdeos ascendió sus luces al costillar del Crucificado, para demostrar a los charlatanes infundamentados que, hasta en la sombra, el Señor de los Ciegos sigue siendo el de toda la vida. Que es el Cristo viejo de siempre haciendo nuevas todas las cosas.
Perfectamente coordinado en todo momento, el acto fue dando y quitando luz a los tres puntos protagonistas: el pregonero, la pianista y la propia talla del Señor. Durante los primeros minutos del pregón, García Sánchez hizo un repaso histórico por los comienzos de la hermandad de las Ánimas de los Ciegos. En un momento especialmente intenso, y acompañado por música de piano de fondo, el pregonero recreó la conquista cristiana de la ciudad en 1487.
La autoría del Cristo y la restauración
Las polémicas acerca de la autoría de la imagen del Señor y de la recuperación del aspecto primitivo, ambas surgidas a raíz de su reciente restauración no fueron esquivas por Leopoldo García Sánchez. Aseguró ser respetuoso con todas las tendencias de opinión, no obstante apostilló con una hermosa frase su preferencia por como se presenta en la actualidad "…Hemos estado Ciegos hasta conocer realmente Tu hechura.". Apoyó, así mismo, y de momento, el fundamento documental que adjudica la imagen al escultor Pedro de Zayas en 1649, pese a que distintos historiadores apuntan que su estirpe manierista puede obedecer a un periodo anterior.
García Sánchez continuó recorriendo los pasos previos a la primera salida procesional del Cristo de Ánimas de Ciegos en la Semana Santa de 1935. Antes de llegar a este hito, la Virgen María, la del Mayor Dolor, tuvo su música también dedicada: un "Ave María" (el compuesto por Gounod), y la lírica marcha procesional "Lucas 2, 35", de Miguel Pérez fueron los contrapuntos a las palabras del pregonero.
Bolero, Marcha Fúnebre y "La Muerte no es el Final"
Los convulsos años de la Guerra Civil, la frustrada primera salida de Ánimas en 1931, los asaltos de ese año y de 1936 a la iglesia de San Juan, la protección de las imágenes en el periodo más delicado y las fundaciones de la ONCE (1938) y la Brigada Paracaidista (1954) fueron los esbozos puestos sobre el tapete para poder rumiar la dimensión de un Cristo que lleva saliendo a la calle apenas dos días en un horizonte de siglos de devoción interna. El "Bolero Militar" y la "Marcha Fúnebre" de Chopin fueron las piezas aportadas por Pilar Cuenca para esta parte.
Finalmente, con una poesía de José María Pemán con los sones de "La Muerte no es el Final" como hilo de fondo, el pregón tocaba a su fin, pasadas las diez de la noche. Mañana a esa hora, el Señor andará por los Mártires más o menos.
